Este fue el mensaje clave transmitido por José Rincón, director comercial de Grupo Lamar, que realizó una emocionante presentación sobre el desarrollo de la empresa -y los retos a los que se enfrentan- en el reciente Global Shrimp Forum celebrado en Utrecht.
Como explicó Rincón, la empresa familiar empezó como procesadora de gambas salvajes, antes de diversificarse hacia la cría de vannamei en la década de 1990. Aunque al principio el crecimiento del negocio fue lento, desde 2018 su producción ha crecido a un ritmo impresionante, disparándose desde las 10.000 toneladas anuales de entonces, hasta las cerca de 60.000 toneladas de camarón vannamei de este año, el equivalente al 60-70 por ciento de la producción total del país. Y no tienen intención de dormirse en los laureles.
"Estamos trabajando muy, muy duro para que las 100.000 toneladas sean una realidad en 2024", explica Rincón.
"Tenemos la capacidad, tenemos las granjas, tenemos la infraestructura. Ahora sólo tenemos que ponernos manos a la obra y hacerlo realidad", añadió.
Según Rincón, este crecimiento meteórico se ha logrado en gran medida gracias a la ampliación de su superficie de cultivo.
"Cogimos explotaciones existentes que no producían bien
"Hemos cogido explotaciones existentes que no producían tan bien. Las incorporamos al redil y también estamos construyendo nuevas granjas", explicó.
Añadió que, como la mayor parte del sector camaronero, también habían estado trabajando duro para mejorar la calidad de su genética.
La empresa cuenta ahora con 13.000 hectáreas de granjas; tres fábricas de piensos con capacidad para producir 18.400 toneladas de pienso al mes; cinco criaderos y cuatro plantas de procesado. Y la integración vertical ayuda a garantizar que tienen una trazabilidad del 100% de sus productos.
Prácticas ganaderas
Rincón explicó que el modelo de cultivo que sigue la empresa se basa en la producción de baja densidad, con una densidad media de población de unos 13 langostinos por metro cuadrado y un peso medio de cosecha de 17 gramos.
Afirmó que la tasa media de supervivencia es actualmente del 60 por ciento, mientras que la FCR es ahora de 1,5, pero que ambas cifras mejoran cada año.
Gracias a una temperatura constante del agua de 30 °C, la empresa puede completar la impresionante cifra de cinco ciclos de producción al año, frente a una media de tres ciclos en Ecuador
Desafíos
A pesar del impresionante crecimiento de la empresa y de su sólido rendimiento agrícola, Rincón explicó que todavía hay muchos retos que superar.
"El mayor reto para nuestra industria y para todas las industrias de Venezuela es la falta de mercado crediticio. Todo el mercado de crédito es de unos 800 millones de dólares, es decir, 800 millones de dólares para una población de unos 27 millones de personas: no te da para mucho", reflexionó.
"Cuando se oyen algunas de las cantidades que se prestan para operaciones de acuicultura en distintos países, se acercan bastante a esa cantidad. Esto es para todo un país, para toda una población", enfatizó.
Otros retos señalados por Rincón fueron la extrema volatilidad política y económica del país desde 1998 y las complicaciones logísticas de operar en un país con niveles tan bajos de importación y exportación.
"El Banco Mundial publica una lista sobre la facilidad para hacer negocios y Venezuela ocupa el tercer lugar
"El Banco Mundial publica una lista de facilidad para hacer negocios y Venezuela ocupa el antepenúltimo lugar. Te puedo decir que lo vivimos todos los días. Es manejable, pero es nuestra realidad", reflexionó Rincón.
También señaló que -dada la pequeña escala del sector camaronero venezolano en comparación con países como Ecuador e India- no hay el mismo nivel de apoyo en el que apoyarse.
"Si mañana tuviéramos un déficit en el alimento, tendríamos que comprarlo fuera del país y ni siquiera sé si podamos. Eso nos ha llevado a ser completamente independientes y es la razón principal por la que estamos integrados verticalmente y tenemos nuestros propios criaderos, nuestras propias fábricas de piensos y nuestras propias plantas de procesado, porque no hay a dónde recurrir, nadie más lo va a hacer por ti", explicó.
Oportunidades
Sin embargo, a pesar de los problemas, Rincón también quiso destacar los aspectos positivos de vivir -y cultivar- en el país en el que vive con su familia.
Entre ellos, el acceso comparativamente fácil a los mercados norteamericano y europeo y -lo que es más importante- la disponibilidad y el bajo precio de los productos
Por ejemplo, el acceso relativamente fácil a los mercados norteamericano y europeo y, lo que es más importante, la disponibilidad y el bajo precio de la tierra.
"En Venezuela hay mucha tierra disponible, que ha estado infrautilizada durante las últimas tres décadas o más, y así es como podemos hacer agricultura de baja densidad", explica
Otras ventajas señaladas por Rincón incluyen la mano de obra comparativamente bien educada, y la red de infraestructura decente.
"Lo que ha ocurrido en los últimos 25-30 años en Venezuela es el diezmamiento del PIB y de los resultados económicos. Esto obviamente no es el resultado deseado, pero crea oportunidades económicas y lo que alguna vez fue [un país próspero] puede volver a serlo",
"Realmente creemos que hay una enorme oportunidad de crecimiento: es difícil crecer dos dígitos en una economía muy consolidada. Pero en una economía diezmada hay oportunidad, hay espacios que llenar y hay cosas que hacer", argumentó
También reiteró las ventajas de la temperatura estable y alta del agua.
"Ayuda al crecimiento, ayuda al bajo estrés y eso lo tenemos en el Lago de Maracaibo [el cuerpo de agua salobre en el noreste de Venezuela donde están la mayoría de sus granjas], que podría ser una de las temperaturas de agua más altas y estables del mundo", afirmó.
Rincón también señaló que hay oportunidades para aumentar las densidades de población, y los volúmenes de cosecha, en muchas de las granjas administradas por Grupo Lamar.
"Estamos haciendo 13 animales por metro cuadrado y la mayoría de estas granjas aún no están tecnificadas. Tenemos muchas granjas con comederos automáticos y poco volumen de aireación, pero hay oportunidad de aumentar más eso. Hemos creado una capacidad que creo que podemos aprovechar aún más", explicó
La última oportunidad que enumeró fue la posibilidad de que crezca la demanda interna de gambas, afirmando que podría prever que las gambas y el pollo alcancen la paridad de precios en 5-10 años.
"En Venezuela no es una proteína cotidiana, no es una comida cotidiana - la gente está comiendo 30 veces, tal vez 100 veces, más pollo que camarón. Pero creemos que podemos cambiar eso: cada día es más eficiente, es una industria muy nueva y estamos trabajando en una meta para que el consumo pase de 200 g [al año] a 3,5 kilos. Y creo que puede reproducirse en muchos países. Sé que Ecuador está haciendo lo suyo para elevar el consumo, sé que India tiene que hacerlo, y creo que es algo que podemos hacer con bastante facilidad en nuestro pequeño rincón del mundo", argumentó.
La industria del cannabis es muy nueva y estamos trabajando en el objetivo de elevar el consumo de 200 gramos [al año] a 3,5 kilos
Sorprendentemente, dada su proximidad a Norteamérica, Rincón explicó que el 80 por ciento de las ventas de gambas del país se dirigían a Europa.
"Nuestros principales segmentos de mercado en Europa son las líneas de cocción
"Nuestros principales segmentos de mercado en Europa son las líneas de cocina: les gusta el color, les gusta el tamaño, les gusta el suministro constante. Les gusta que se pueda cerrar el negocio por todo un año - no están tratando con comerciantes, no están tratando con la venta al contado, los precios contractuales que podemos respaldar realmente funcionan bien con los consumidores europeos", declaró.
"Los medios que estamos haciendo sólo el 12% a China, el 5% a los EE.UU. - estos son algunos de los mayores mercados del mundo y estamos realmente buscando crecer en el próximo par de años y necesitamos un lugar para ir con el camarón. Para nosotros, esas son las grandes oportunidades de crecimiento en los próximos 5-10 años. Mercados en los que no estamos muy presentes y no estamos muy sentidos, pero creemos que podemos hacer un mejor trabajo de penetración", añadió Rincón.
En misión
Otros elementos de la presentación de Rincón fueron su firme creencia en el valor de la certificación por parte de empresas como ASC, y la misión de la compañía de generar puestos de trabajo en un país con altísimos niveles de desempleo.
Por una misión
Como señaló, la empresa emplea en la actualidad a cerca de 10.000 personas.
"Intentamos que sea una industria que pueda crecer con la gente y ayudarles a tener un futuro dentro del país. Venezuela ha perdido quizá 5 millones de personas de 27 [millones] en los últimos 10 años, que se han ido a países vecinos, a Estados Unidos, a Europa. Lenta pero inexorablemente estamos intentando recuperarla y creo que podemos hacerlo. Es un país muy productivo con muchas oportunidades", señaló Rincón