Así lo explicó Diego Illingworth, director general de Naqua, en una presentación en el reciente Foro Mundial del Camarón celebrado en Utrecht.
Illingworth explicó que la fase de investigación de las operaciones de Naqua, con sede en un emplazamiento en la costa del Mar Rojo, 180 km al sur de Jeddah, comenzó en la década de 1980. Desde entonces, Naqua ha crecido hasta contar con 4.000 empleados de 32 países y produce actualmente unas 50.000 toneladas de pescado y 60.000 toneladas de camarones.
Según Illingworth, a pesar de estar al borde del desierto, el emplazamiento presenta una serie de ventajas, entre ellas la escasa población local, que reduce el riesgo de cualquier problema de calidad del agua, y la ausencia de otras explotaciones acuícolas locales desde las que se puedan propagar enfermedades.
Por su ubicación, la acuicultura de la zona es un lugar ideal para la cría de peces
Dado su aislamiento, la integración vertical es esencial y el emplazamiento incluye 17 granjas diferentes de producción de camarones, una fábrica de piensos, criaderos, unidades de reproducción, jaulas marinas para peces, plantas de procesado y laboratorios. El centro también cuenta con recursos como plantas de desalinización para producir agua potable para sus empleados y genera electricidad suficiente -50 megavatios- "para una ciudad pequeña", según Illingworth. Esta integración ayuda a mantener bajo control el coste de producción, al tiempo que permite a la empresa mantener la calidad del producto, explicó.
Estrategia de cultivo
En lo que respecta a la producción de gambas, Illingworth detalló que la empresa cuenta con 500 estanques de 10 hectáreas capaces de producir 60.000 toneladas al año y caracteriza la operación como un ejemplo de "cría extensiva de alta tecnología".
La producción de gambas se basa en un modelo de cría extensiva de alta tecnología
Principios clave de este modelo incluyen el uso de camarones libres de patógenos específicos (SPF) para reducir el riesgo de brotes de enfermedades.
"Yo operaba en el sector de la cría extensiva de camarones
"Antes trabajaba en Ecuador y si tenía un estanque con mancha blanca no había problema - cosechaba, tenía muchos caminos por recorrer. Pero en Arabia Saudí no tengo muchos caminos por recorrer, así que necesito mantener las operaciones estables", reflexiona Illingworth.
Otra área de interés son las mejoras genéticas "para mantener la competitividad y adaptarse al entorno", que varía en temperatura tanto estacional como diariamente, explica.
El proceso de producción en varias fases también es importante, ya que permite a la empresa producir más ciclos cada año, y todos los estanques están equipados con alimentadores automáticos que utilizan la acústica para controlar el apetito de las gambas. El uso de la gestión automática del oxígeno también es estándar en la piscifactoría.
Debido a los altos niveles de salinidad del Mar Rojo -que alcanza una media de 42 partes por mil (ppt), frente a una media de 30-35 ppt.
"Nos va bien: las gambas tienen muy buen sabor y textura, y hay poco riesgo de que crezcan algas que puedan dar mal sabor a las gambas. No es lo mejor en términos de crecimiento de las gambas, pero para nosotros es un buen equilibrio", explica Illingworth
Mientras tanto, la producción de pescado de la empresa se lleva a cabo en tres plantas, con una capacidad de 50.000 toneladas y un enfoque en barramundi, con tilapia marina también en la mezcla.
Todo el pescado y las gambas se procesan in situ en una planta situada a no más de 30 minutos del estanque más alejado de la empresa y a cinco minutos del más cercano, lo que garantiza la frescura del producto en todo momento, explica Illingworth. A diferencia de lo que ocurre en Ecuador, donde las cosechas se llevan a cabo con las mareas bajas, la mínima amplitud de las mareas del Mar Rojo significa que la cosecha puede realizarse a cualquier hora del día, añadió.
El Mar Rojo es una zona de mareas muy bajas
Aunque la empresa exporta a 30 países, el 90% de su pescado y el 40% de sus gambas se consumen en el país.
Siguientes pasos
De cara al futuro, Illingworth esbozó la visión de la empresa para el resto de la década, una visión que probablemente esté financiada por SALIC, la filial de seguridad alimentaria del Fondo de Inversión Saudí (PIF).
"En estos momentos estamos ultimando la transacción, estamos siguiendo los trámites reglamentarios, pero poseerán el 42% de Naqua. Es una inversión muy importante para nosotros y para el gobierno, que se hace para que podamos alcanzar la meta de [producir] 250 mil toneladas [de mariscos] para 2030. Así que tenemos que crecer", concluyó.
Es un objetivo desorbitado, como observó Gorjan Nikolik, presidente de la sesión: actualmente sólo hay una empresa de acuicultura, Mowi, que produzca mayores volúmenes. Y si Naqua alcanza su objetivo para 2030, es probable que se sitúe entre los dos o tres mayores productores del mundo