Durante los próximos cuatro años, investigadores de la Universidad de Copenhague -junto con la Universidad de Aarhus y una serie de empresas- trabajarán en un proyecto denominado SeaFree para seguir desarrollando un ciclo cerrado y sostenible en tierra que utilice los nutrientes residuales y el CO2 de la cría de camarones y peces para cultivar algas destinadas a las industrias alimentaria y sanitaria.
Como explica la profesora Marianne Thomsen, del Departamento de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Copenhague, en un comunicado de prensa: "El proyecto pretende utilizar la producción de algas marinas para absorber y convertir las emisiones de la acuicultura terrestre en un producto de alto valor. Entre otras cosas, las algas se utilizarán para suplementos dietéticos que pueden prevenir la diabetes e innovaciones alimentarias sostenibles. Además de capturar emisiones que, de otro modo, se habrían emitido a la atmósfera y al medio acuático, el alga producida es saludable y rica en sabor umami",
El proyecto arranca con la idea de crear un producto de alto valor añadido
El punto de partida del proyecto es un contenedor de 40 pies equipado con ocho tanques de 1.000 litros. La solución del contenedor es una tecnología Plug'n'Play con un gran potencial de exportación. Mediante la combinación de agua salada, CO2 y nutrientes con luces LED, la unidad puede producir un lote completo de algas marinas en tan solo una semana.
"SeaFree representa lo último en tecnología de reciclaje para la cría de gambas y peces en tierra. Además de capturar las emisiones, el sistema también recircula el calor sobrante de las plantas a la tecnología Plug'n'Play. El proyecto incluye el desarrollo de una nueva tecnología que permite utilizar el calor sobrante para secar las algas, que luego se venden a la industria sanitaria. De este modo, SeaFree contribuye a un proceso de producción más sostenible y eficiente", añadió Thomsen.
El producto final consiste en pescado, gambas y lechuga de mar, una especie de alga sana y rica en fibra y proteínas. Además de la producción de diversos suplementos dietéticos, la lechuga de mar también se utiliza como acompañamiento comestible cuando la gente compra marisco.
Según Thomsen, la piscicultura y la cría de algas con SeaFree tienen un enorme potencial. Si todas las piscifactorías y piscifactorías terrestres del mundo aplicaran este método, se podría reducir considerablemente la huella de CO2 de los sistemas alimentarios mundiales.
¡El proyecto, financiado por el Fondo de Innovación de Dinamarca con 14,4 millones de coronas danesas (1,9 millones de euros), se está llevando a cabo en colaboración con las empresas Pure Algae, DryingMate, Food Diagnostics, Sigrid Therapeutics, XOventure GmbH/Rigi Care, KOST, SOF Odden Caviar y HanseGarnelen.
SeaFree!