Según un nuevo informe publicado por el think tank financiero sin ánimo de lucro Planet Tracker,incluso en el escenario más optimista de mejora de las prácticas acuícolas actuales, seguiría existiendo un déficit de suministro de 50 millones de toneladas en 2050, lo que significa que el cambio es crítico.
El análisis de Planet Tracker concluyó que, si bien las soluciones tecnológicas -como la cría de marisco en alta mar o en tierra o el cultivo de peces en laboratorios- podrían aportar hasta 5 millones de toneladas adicionales de marisco para 2050, la adopción de acuicultura regenerativa -la producción de alimentos procedentes del mar que aportan beneficios al ecosistema, como la filtración del agua por bivalvos (por ejemplo, ostras, mejillones y almejas) o el secuestro de carbono mediante algas - podría producir 45 millones de toneladas adicionales de marisco y satisfacer la creciente demanda.
Sin embargo, el informe Evitando el Aquafailure: la diversificación y regeneración de la acuicultura son necesarias para alimentar al mundo - revela que se necesitan al menos 55.000 millones de dólares en gastos de capital para financiar esta transición, que la mayoría de las empresas acuícolas no pueden permitirse.
El informe señala que el enfoque de "seguir como hasta ahora", con monocultivos concentrados de peces, provocará una serie de riesgos para la biodiversidad, con impactos que van desde la contaminación por nutrientes hasta el desplazamiento de especies autóctonas, lo que se traducirá en pérdidas económicas para la industria. Según los últimos estudios, el sector está cada vez más concentrado: los diez principales países productores de marisco representan el 89% de la producción total y más del 75% de las empresas de acuicultura que cotizan en bolsa se dedican a la cría de salmón, gambas o pangasius.
Como explicó François Mosnier, responsable del programa de océanos de Planet Tracker, en un comunicado de prensa: "En tierra, la conversión de hábitats naturales en monocultivos está ampliamente reconocida como un factor clave de la pérdida de biodiversidad, pero menos reconocidas son las pautas similares que afectan a la vida marina debido a la piscicultura de monocultivo. La producción insostenible de marisco no alimentará al mundo en 2050, pero la buena noticia es que se puede construir una industria acuícola resistente, productiva y sostenible desde el punto de vista medioambiental"
El informe pide a los inversores y prestamistas que financien esta transición regenerativa:
- Ser conscientes de los crecientes riesgos para la producción en un escenario sin cambios debido a la concentración, los conflictos costeros, la producción a intensidades superiores a los límites sostenibles y las próximas presiones reguladoras.
- Exigir mejores procedimientos de divulgación, transparencia y trazabilidad a las empresas para contribuir a una mejor cuantificación y mitigación de estos riesgos.
- Apoyar la mitigación de estos riesgos mediante la diversificación de las especies y la distribución geográfica, especialmente si las especies implicadas permiten la restauración del ecosistema y siempre que la expansión en nuevas áreas no aumente el impacto de la empresa en las inversiones en biodiversidad.
- Apoyar la mitigación de estos riesgos mediante la tecnología que permite la pesca en alta mar, RAS y mariscos cultivados, pero sólo si es ambientalmente racional hacerlo.
- Apoyar las inversiones en acuicultura regenerativa, por ejemplo ofreciendo capital más barato para la expansión sostenible, incluso mediante bonos vinculados a la sostenibilidad.