Segovia-Uno tiene raíces mexicanas y salvadoreñas y se curtió trabajando para uno de los mayores productores de tilapia de El Salvador. Se incorporó a la operación de tilapia del Centro Genético Akvaforsk (que más tarde se convertiría en Spring Genetics) en 2012, con el fin de comercializar los peces de su núcleo de cría.
El sector de la tilapia es uno de los más dinámicos del mundo
El sector de la tilapia es muy diverso, lo que es parte de la razón por la que sigue fascinando a Segovia-Uno.
"El sector de la tilapia es muy diverso
"El sector de la tilapia está todavía muy segmentado/fragmentado. Tengo un cliente que sólo tiene dos estanques, pero la cría de tilapia le ha cambiado la vida: le ha permitido educar a sus hijos. En cambio, también hay empresas muy grandes, como Regal Springs. Nuestro objetivo es tratar con las grandes empresas, pero también es muy motivador y emocionante poder ayudar a la gente de países en vías de desarrollo como el mío", reflexiona Segovia-Uno.
El sector de la tilapia es uno de los más dinámicos del mundo
"Enfrentarse a estos retos resulta especialmente complicado si se tiene en cuenta que la tilapia se cultiva en más de 127 países, cada uno de ellos con contextos socioeconómicos y capacidades tecnológicas diferentes. Una solución universal de alta tecnología puede no ser factible o realista para todos los productores. En su lugar, existe una demanda urgente de amplios programas de formación y educación para difundir las mejores prácticas y enfoques innovadores adaptados a las necesidades específicas de las diversas comunidades", añade.
En la década que lleva Segovia-Uno en la empresa, durante la cual Spring Genetics fue comprada y vendida por Benchmark, ha ayudado a la empresa a crear una sólida base de clientes para sus reproductores, principalmente en Latinoamérica, pero también en Zimbabue y Bangladesh.
Segovia-Uno es un experto en la cría de tortugas y en la cría de cerdos
Segovia-Uno dirige ahora la empresa en colaboración con Carlos López y Veso, y actualmente producen 6 millones de tilapias al año en sus instalaciones de Miami, donde comercializan la undécima generación de su programa de cría. Esta generación se basa en 13 generaciones anteriores, que se remontan a la cepa original de tilapia de cultivo genéticamente mejorada (GIFT), desarrollada en 1988 por socios como Akvaforsk, un reflejo del pedigrí de la empresa
Responder a las amenazas bacterianas
A medida que el sector de la tilapia -y los retos a los que se enfrenta- han evolucionado, también lo han hecho las prioridades de los clientes de Spring Genetics, en cuanto a los rasgos que buscan, según Segovia-Uno.
"El crecimiento siempre es una necesidad: tenemos una de las genéticas de más rápido crecimiento del mercado. Pero desde 2021, con la aparición de la enfermedad causada por Streptococcus agalactiae 1a en Latinoamérica, estamos seleccionando peces resistentes a ella. La crisis está haciendo que los productores pongan más énfasis en la bioseguridad, el bienestar animal y una buena genética", explica.
La nueva cepa de la bacteria ha resultado especialmente alarmante por su capacidad para atacar a los peces en cualquier fase del ciclo de producción.
"Normalmente Streptococcus agalactiae sólo afecta a los peces de 200 g o más, pero esta nueva mutación está matando a los peces de 1 g en adelante y también está afectando a los reproductores, destruyendo las gónadas de las hembras, lo que lleva a una producción nula", afirma Segovia-Uno.
La rápida propagación de la enfermedad es otro motivo de preocupación
"El mercado de la tilapia es tan informal y la importación ilegal de peces reproductores ha provocado que la enfermedad se propague rápidamente. En México la producción va a caer al 50-60 por ciento de lo que era; los productores centroamericanos también están perdiendo mucho dinero", apunta.
En respuesta a este nuevo brote, Spring Genetics está buscando criar tilapias que hayan sido seleccionadas para ser resistentes a una serie de patógenos, incluyendo Streptococcus iniae, Streptococcus agalactiae Ib, Streptococcus agalactiae 1a, Franciscella orientalis y el virus del lago de la tilapia (TiLV).
Según Segovia-Uno, durante 2023 identificaron loci de rasgos cuantitativos (QTL) para Streptococcus iniae y el virus del lago de la tilapia, lo que debería ayudar a acelerar los programas de mejora genética que incluyan la resistencia a estas afecciones.
"Este año hemos conseguido un aislado de la bacteria y hemos estado realizando pruebas de desafío en colaboración con los servicios de investigación acuática del USDA. Acabamos de terminar los ensayos hace tres semanas, con resultados bastante buenos y ahora estamos a la espera de los resultados del análisis genético", señala Segovia-Uno.
Sistemas de producción: tendencias del sector
Segovia-Uno ha seguido de cerca las principales tendencias del sector, especialmente en América.
"Lo que veo en crecimiento son los IPRS [in-pond raceway systems], que fueron desarrollados por la Universidad de Auburn aquí en Estados Unidos. Ya hay más de 200 sólo en Colombia. No son para todo el mundo, ya que se necesita mucha electricidad, pero son súper eficientes y muy respetuosos con el medio ambiente: tener un estanque enorme con pequeños raceways dentro significa que sólo hay que cambiar el agua cada cinco años aproximadamente", explica.
"El cultivo en jaulas seguirá siendo importante para el sector, ya que es rentable. Pero, por otro lado, los granjeros tienen menos control y se está volviendo más vulnerable con todas las nuevas enfermedades. Otro problema que he visto en países como México es que las granjas situadas encima de presas hidroeléctricas pueden verse afectadas por rápidas bajadas del nivel del agua cuando se necesita más electricidad. A veces el agua puede bajar 40 metros sin previo aviso", añade
Mientras tanto, sostiene que los estanques de tierra tradicionales también tienen cabida
"En Brasil hay dos cooperativas de acuicultura -CopaCol y CVale- y entre las dos producen probablemente entre 80.000 y 120.000 toneladas de tilapia al año, gran parte de las cuales procede de estanques", señala.
Una de las vías que Segovia-Uno ha estado investigando es el desarrollo de cepas de tilapia que toleren el agua salada, con el fin de abrir la posibilidad de cultivar la especie en el mar.
"Sé que algunos productores de tilapia están trabajando en el desarrollo de cepas que toleren el agua salada
"Sé que algunas empresas de genética de Asia han desarrollado cepas que toleran niveles de salinidad de hasta 35ppt. Y, en Oriente Medio, hay una cepa Tilapia spirulus que también tolera una alta salinidad", apunta.
"Hasta ahora sólo hemos probado nuestra tilapia hasta 14 ppt, pero creo que está llegando y es un mercado interesante. Ojalá podamos hacerlo en el futuro, pero podría suponer un reto legal y medioambiental, ya que en algunos países se pueden considerar una especie invasora", añade.
La tilapia es una especie invasora
¿Esperanzas para el futuro?
Segovia-Uno es muy consciente de los retos a los que se enfrenta la industria y señala que el calentamiento global es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan muchos productores de tilapia, ya que en algunas zonas los acuicultores registran temperaturas del agua de hasta 40°C, lo que provoca mayores tasas de mortalidad y un aumento de los problemas causados por patógenos. Mientras tanto, en América Latina, la escasez de alevines es otro problema clave
Sin embargo, confía en que estos retos puedan superarse.
"Creo que el sector de la tilapia aún está un poco inmaduro. Creo que necesitamos más normalización y profesionalización, como ocurre con el salmón y las aves de corral. Debemos centrarnos más en la bioseguridad y el bienestar animal. Y también tenemos que pensar en lo que necesita el consumidor. Es importante mejorar la reputación de la tilapia y buscar también más opciones de valor añadido", argumenta.
"Para hacer frente a los múltiples retos que plantea la producción de tilapia se requiere un enfoque colaborativo y adaptativo, en el que las partes interesadas de la industria, los investigadores y los productores trabajen conjuntamente para fomentar prácticas sostenibles, mejorar las medidas de bioseguridad, mejorar las normas de bienestar animal y proporcionar una educación accesible. Este esfuerzo colectivo es esencial para garantizar la resistencia, la eficiencia y el avance ético del sector mundial de la tilapia", concluye