La técnica de ultrasonidos, desarrollada por Kjell Hansen -fundador de la empresa de ingeniería Giga AS-, se ha diseñado para un sistema de contención cerrado. El suministro de agua de mar bruta, que puede contener larvas de piojos de mar u otros parásitos potencialmente dañinos, se somete a un tratamiento de ultrasonidos antes de ser bombeada a la cámara.
Según Hansen, que explicó su proyecto a Norsk Fiskeoppdrett, una revista noruega de piscicultura, se dio cuenta del potencial de los ultrasonidos para abordar los retos medioambientales y ecológicos del sector de la acuicultura durante un trabajo anterior. Trabajando con infraestructuras marinas, observó que las estructuras situadas cerca de fuentes de ultrasonidos no se veían afectadas por la bioincrustación.
"Tuve que investigarlo un poco, y resultó que son los ultrasonidos los que rompen a esos individuos. Ese fue el principio, realmente", dijo Hansen.
Tras adquirir la patente de la tecnología en 2016 y realizar con éxito una prueba a pequeña escala, Hansen y su empresa enviaron el producto a probarlo con Nofima, el instituto noruego de investigación alimentaria, pesquera y acuícola.
"Realizaron y controlaron varias pruebas a lo largo del tiempo, empezando con una exposición de 1 segundo y subiendo. Resultó que 1100 vatios limpiaban 10 litros de agua en 10 segundos, y el 80 por ciento quedaba limpio de larvas de piojos del salmón. el 95 por ciento es posible con una potencia algo mayor", dijo Hansen.
Según Hansen, su empresa ha desarrollado planes para ampliar la tecnología y realizar pruebas sobre el terreno.
"Se ha probado en piscinas, pero no en una explotación agrícola. Ahí es donde nos encontramos ahora, donde tenemos planes para crear instalaciones a escala real", dijo.