© Salmon Scotland
La mejora de las tasas de supervivencia, que aumentaron a pesar de las condiciones ambientales adversas, se produce después de que los criadores adoptaran varias medidas de mitigación para impulsar aún más el bienestar de los animales en medio del desafío del cambio climático, entre ellas la oxigenación del agua, la reducción del tiempo de permanencia en el mar, la mejora de la vigilancia y nuevas estrategias de alimentación.
"Septiembre suele ser uno de los meses más difíciles para la supervivencia, pero las cifras provisionales sugieren que se espera que la supervivencia mensual en septiembre supere el 96,5%, frente al 95,3% del mismo mes del año pasado", declaró el Dr. Iain Berrill, responsable técnico de Salmon Scotland.
"Sin embargo, aunque siempre hay un nivel de animales muertos en cualquier explotación, las cifras de este año no son las que ningún granjero desearía. La pérdida de peces es devastadora para los ganaderos que cuidan de esos animales", añadió
Las tasas de supervivencia en septiembre suelen caer a su nivel mensual más bajo porque es cuando las temperaturas del agua del mar alcanzan su punto máximo - y este año se han registrado temperaturas récord, en parte debido al fenómeno de calentamiento climático de El Niño.
Si bien las altas temperaturas del agua de mar que se registran en Escocia no suponen un problema directo para el salmón, ya que se encuentran dentro de su rango natural, los aumentos de temperatura pueden contribuir a un aumento de los organismos naturales que pueden reducir los niveles de oxígeno y también comprometer la salud del salmón en zonas como la costa oeste de Escocia.
Las proliferaciones de medusas y algas se han exacerbado este año como consecuencia de unas temperaturas superiores a la media, similares a las cambiantes condiciones meteorológicas experimentadas este año. Sin embargo, no se espera que estas floraciones duren, ya que se prevé que las temperaturas del agua del mar vuelvan a la media en 2024.
Al comentar las estrategias de mitigación empleadas por la industria salmonera, Berrill afirmó: "Nuestra capacidad para abordar los retos medioambientales a los que se enfrentan nuestros peces mientras pasan hasta dos años en el mar ha mejorado, pero siempre podemos hacer más para mejorar aún más la supervivencia."
"Como todos los sectores productores de alimentos, debemos adaptarnos al cambio climático y el sector de la acuicultura seguirá liderando el mundo del salmón sano y sostenible en las próximas décadas", concluyó Berrill.
