El informe, publicado por Nature Conservancy y Bain and Company, sugiere que los actuales precios del carbono azul no bastarían para incentivar prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. A pesar de la evidencia de que las algas cultivadas pueden secuestrar pequeñas cantidades de carbono, lo que ha impulsado el interés por la financiación del carbono para apoyar los medios de subsistencia de los agricultores y fomentar la aplicación de prácticas que proporcionen beneficios climáticos, esto no es actualmente suficiente para impulsar el cambio dentro de la industria, según el informe.
El informe afirma que para que un programa de financiación del carbono motive económicamente el cambio de comportamiento, los precios de los créditos tendrían que ser entre 10 y 15 veces más altos, la investigación tendría que mostrar niveles de secuestro mucho más altos o la industria tendría que desarrollar prácticas que aumenten drásticamente el secuestro de carbono.
Sin embargo, aunque es poco probable que los créditos de carbono impulsen un crecimiento significativo a corto plazo, el posicionamiento de las algas como una alternativa de bajas emisiones de carbono a los productos con mayores emisiones podría aportar beneficios tanto económicos como medioambientales.
La industria de las algas marinas podría ser una alternativa de bajas emisiones de carbono a los productos con mayores emisiones de carbono
Según el informe, un sector que podría impulsar el crecimiento dentro de la industria de las algas cultivadas es el mercado de los bioestimulantes. Se trata de materiales que mejoran el rendimiento y la salud de los cultivos terrestres, la absorción de nutrientes, la tolerancia al estrés y la calidad del suelo. El mercado de los bioestimulantes de algas, que ya es un sector en rápido crecimiento, requiere actualmente entre 250.000 y 500.000 toneladas de algas al año, la mayoría de las cuales se recolectan en el medio natural. Si los bioestimulantes de algas marinas se aplicaran a tan sólo el 3% de la superficie agrícola mundial, la demanda aumentaría hasta los 3 millones de toneladas.
Del mismo modo, los bioplásticos de algas marinas están preparados para aumentar la demanda del mercado y servir como sustituto de productos menos sostenibles. A diferencia de los plásticos tradicionales, derivados del petróleo y que no se descomponen, los bioplásticos proceden de recursos renovables y suelen ser biodegradables. Sin embargo, algunos bioplásticos proceden de materiales que requieren grandes cantidades de insumos -como tierra, agua dulce y fertilizantes- para crecer, mientras que las algas no.
Sin embargo, a pesar del gran potencial de estos mercados para impulsar la industria de las algas cultivadas, éstas se encuentran en una situación de desventaja económica significativa en comparación con los productos tradicionales y las alternativas ecológicas competidoras, tanto en el mercado de los bioplásticos como en el de los bioestimulantes, según el informe. Para superar esta desventaja, es necesario o bien justificar un precio más alto diferenciando las algas como producto de primera calidad, o bien bajar el precio mediante una mayor eficiencia, una tecnología de procesamiento mejorada o subvenciones.
"Las algas no sólo no necesitan agua dulce, tierra ni fertilizantes para crecer, sino que pueden restaurar la salud de los océanos eliminando el exceso de nitrógeno de las vías fluviales costeras, contrarrestando los efectos localizados de la acidificación de los océanos y proporcionando hábitat a una gran variedad de especies marinas", afirma Robert Jones, responsable mundial de acuicultura de The Nature Conservancy, en un comunicado de la organización.
"La acuicultura de algas es una de las actividades más prometedoras del mundo"
"A medida que el sector crece, es importante que evaluemos rigurosamente tanto las oportunidades como las limitaciones del cultivo de algas marinas para poder garantizar que las inversiones están bien situadas y tienen las mejores posibilidades de generar resultados positivos para las comunidades y los ecosistemas", añadió.