Câr-y-Môr, una sociedad de beneficio comunitario fundada en 2019, tiene como objetivo ser pionera en un enfoque respetuoso con el medio ambiente de la agricultura oceánica. Utilizando un modelo integrado de acuicultura multitrófica, que incluye el cultivo tanto de mariscos como de algas, la organización busca proporcionar beneficios y oportunidades profesionales a su comunidad local al tiempo que tiene un impacto positivo en el entorno marino costero de su hogar.
National Resources Wales, el órgano de gobierno que inicialmente concedió la licencia de 5 años, continuó argumentando en contra de la ampliación de la licencia para Câr-y-Môr basándose en afirmaciones de que la organización no podía llevar a cabo los requisitos de un plan de seguimiento del impacto ambiental, a pesar de que Câr-y-Môr proporcionó datos de estudios bentónicos.
"Todo este proceso (desde la solicitud de licencia marina hasta la audiencia de apelación) ha puesto de manifiesto que existe una falta inherente de flexibilidad y una falta de creatividad para resolver problemas dentro del marco regulador galés. Durante la vista de apelación se dijo a Câr-y-Môr que una licencia marina de veinte años no habría superado [la] Evaluación del Reglamento de Hábitats", explicaron los miembros de Câr-y-Môr, en un anuncio de la prórroga de la licencia.
"No se dio ninguna respuesta cuando se preguntó por qué no se había considerado una licencia marina de veinte años con condiciones de cinco años basadas en la supervisión (por ejemplo, si se produce un impacto ambiental en una evaluación de cinco años, la infraestructura debe retirarse del agua)", añadieron.
Además de criticar la inflexibilidad del proceso regulador, tras el recurso, Câr-y-Môr también hace referencia a la Ley de Bienestar de las Generaciones Futuras (Gales) de 2015, alegando que el desarrollo sostenible de actividades que tendrán impactos potencialmente positivos en el medio marino, como su granja multitrófica, es exactamente lo que apoya esta legislación.
A raíz de su exitoso recurso, Câr-y-Môr pretende explorar la posibilidad de utilizar sus algas cultivadas como bioestimulante para la agricultura terrestre con el objetivo de eliminar la necesidad de utilizar fertilizantes, y vincular el cultivo de la tierra y el mar a través de prácticas sostenibles,
"Esto permitirá un ecosistema totalmente vinculado y, con demasiada frecuencia, éste es un concepto que se deja totalmente de lado", afirmó Owen Haines, miembro fundador de la organización.
"Tengo la esperanza de que la decisión del viernes siente un precedente para futuros proyectos comunitarios y positivos para la naturaleza, ya que es evidente que existe una desconexión entre las soluciones para luchar contra la crisis climática y de biodiversidad, y la conservación reglamentaria de la naturaleza", añadió.