La corporación australiana Fisheries Research and Development Corporation (FRDC) ha financiado una serie de proyectos de investigación destinados a proporcionar conocimientos científicos y herramientas para orientar la gestión sostenible de los impactos de la cría de salmón en Storm Bay, una bahía grande y profunda delimitada por la península de Tasmania y la isla de Bruny.
La corporación ha financiado una serie de proyectos de investigación destinados a proporcionar conocimientos científicos y herramientas para orientar la gestión sostenible de los impactos de la cría de salmón en Storm Bay
Uno de los proyectos de investigación, dirigido por la agencia gubernamental australiana Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), es el Storm Bay Biochemical Modelling and Information System.
Iniciado en julio de 2018, el proyecto construye un sistema de información que proporciona observaciones de la calidad del agua y resultados de modelos para apoyar la gestión sostenible de la acuicultura por parte del Gobierno de Tasmania y la industria del salmón. El modelo puede simular con precisión las corrientes locales y la circulación del agua, el ciclo de nutrientes, el plancton y el oxígeno disuelto.
Los investigadores del CSIRO utilizaron nuevos datos continuos recogidos de sensores de calidad del agua amarrados en Storm Bay, junto con vehículos submarinos autónomos para recoger observaciones de la calidad del agua en toda Storm Bay y en mar abierto.
Como comentó la Dra. Karen Wild-Allen, investigadora científica principal, en un comunicado de prensa. "Este tipo de investigación es realmente importante, ya que proporciona la evidencia científica para los reguladores ambientales, de modo que puedan utilizar esta información para tomar las mejores decisiones en el momento de cómo se gestionan nuestras aguas costeras."
La Dra. Clothilde Langlais, investigadora principal, explicó que el proyecto se creó para apoyar la toma de decisiones en torno a una acuicultura sostenible y responsable con el medio ambiente en Tasmania. Y añadió: "El objetivo de esta investigación es proporcionar información científica a las partes interesadas y a los gestores para que puedan tomar decisiones con conocimiento de causa". La herramienta podría utilizarse ahora para responder a otras preguntas para la gestión estratégica de cargas u operaciones, para la planificación a largo plazo (cambio climático) o respuestas a corto plazo a eventos (olas de calor marinas)."
El proyecto también tiene el potencial de expandirse en el futuro a múltiples subregiones alrededor de Tasmania y Australia, facilitando así la gestión sostenible de la acuicultura en un área geográfica más amplia.
¿Qué se desprende del informe?
La Dra. Wild-Allen explicó que el informe descubrió que la mayoría de los nutrientes que llegan a Storm Bay proceden de aguas marinas de alta mar y que el momento y la entrega de estos nutrientes están modulados por las corrientes oceánicas limítrofes, que varían de un año a otro, lo que significa que el suministro de nutrientes de alta mar a Storm Bay tiene una variabilidad interanual considerable.
La Dra. Wild-Allen añadió: "El suministro de nutrientes de alta mar a Storm Bay tiene una variabilidad interanual considerable
Añadió: "Los escenarios futuros simulados con un aumento de las piscifactorías en Storm Bay predijeron cambios en la calidad del agua que eran pequeños, en relación con la variación interanual natural en el suministro de nutrientes al sistema. Serían muy difíciles de detectar con un programa de seguimiento mensual, aunque los sensores continuos podrían identificar más fácilmente los cambios sistemáticos."
El Dr. Wild-Allen comentó las conclusiones del informe, que revelaban que un mayor número de piscifactorías en Storm Bay supondría más fuentes de nutrientes: "Las simulaciones de escenarios que exploraron la gestión futura de Storm Bay con arrendamientos adicionales de piscifactorías sugieren un aumento de las concentraciones ambientales de nutrientes, clorofila fitoplanctónica y turbidez. También una pequeña disminución del oxígeno del agua del fondo y de la propagación de la luz al hábitat bentónico."
Concluyó: "Un escenario futuro basado en las cargas antropogénicas de 2020, más 3 kilotoneladas adicionales de residuos de piscifactorías en Storm Bay, muestra un aumento de la zona clasificada como mesotrófica (nutrientes medios, clorofila media anual entre 1-3 mg m-3) del 34 por ciento en un escenario de desarrollo previo a Storm Bay al 42 por ciento en este escenario de desarrollo posterior a Storm Bay. Así como una reducción correspondiente del 8 por ciento en la zona oligotrófica (con pocos nutrientes).
El informe final del proyecto está disponible en sitio web del FRDC.