La contaminación fecal en los entornos costeros de la Columbia Británica supone un riesgo significativo para la salud pública y los productores de marisco, con cierres prolongados de zonas de recolección de marisco y playas públicas cuando se detecta contaminación.
Mientras que los métodos actuales de vigilancia de la contaminación fecal marina pueden detectar la contaminación en sí, la identificación de la fuente de la contaminación está fuera del alcance del marco, haciendo que el proceso para restablecer el uso de las playas y las zonas de recolección de marisco sea más largo de lo necesario.
Para solucionar este problema, investigadores de la Universidad de Columbia Británica y del Centro de Control de Enfermedades de Columbia Británica van a poner en marcha el proyecto GEMSTONE (Genomic Ecological Microbial Source Tracking for Oceans Nature and the Environment).
"Necesitamos una forma mejor de identificar las fuentes de contaminación fecal en aguas marinas", afirmó la Dra. Natalie Prystajecky, codirectora del proyecto en la UBC, en un comunicado de prensa en el que se anunciaba el proyecto.
"En la actualidad, cuando se detecta contaminación, las zonas de recolección se cierran rápidamente. A menudo, se desconoce el origen de la contaminación, lo que significa que no existe ningún mecanismo para evitar que vuelva a producirse", añadió.
Durante los dos años que dura el proyecto, los investigadores pretenden mejorar la forma de vigilar e identificar las fuentes de contaminación fecal en aguas marinas. Para lograrlo, desarrollarán nuevos métodos para utilizar tecnología derivada de la genómica con el fin de determinar el tipo y el origen de las contaminaciones fecales mediante una prueba de rastreo de fuentes microbianas en dos pasos. El primer paso distingue entre contaminación humana y no humana, y el segundo determina qué animal es la fuente.
La Asociación de Cultivadores de Marisco de BC y la Nación Malahat colaboran en el proyecto, ya que los investigadores pretenden capacitar a las comunidades locales para que adquieran un mayor control y apliquen mejores opciones de gestión para responder a la contaminación.
La industria marisquera es una parte vital de la economía local en la región de Comox a Deep Bay, que produce hasta el 70% de la producción de ostras de BC. Tratar de forma permanente las fuentes de contaminación ayudará a las Primeras Naciones a eliminar las barreras a largo plazo que afectan de forma desproporcionada a su economía, fuentes de alimentación y recolección ceremonial.
"El verdadero valor es la confianza de los consumidores en el sector", declaró Suzanne Gill, Presidenta y Directora General de Genome BC, que financia el proyecto.
"La precisión de estas pruebas servirá como sistema de alerta temprana para que podamos mejorar la seguridad y viabilidad de la industria marisquera de BC", concluyó.