Las granjas, propuestas por Smart Salmon en Plouisy, Pure Salmon en Verdon-sur-Mer, y Local Ocean en Boulogne-sur-Mer, pretenden criar salmón atlántico en instalaciones terrestres RAS, pero han suscitado preocupación por los posibles problemas de bienestar animal y el impacto medioambiental, encontrándose con la oposición de grupos de ciudadanos locales y la organización de bienestar animal Welfarm, que lanzó una campaña en abril para detener el desarrollo de lo que describe como operaciones de cría "hiperintensivas".
Welfarm, que este año celebra su 30 aniversario, ha expresado su honda preocupación por el bienestar de los peces criados en entornos RAS. La organización cita problemas como las altas densidades de población, que pueden provocar hacinamiento y estrés entre los peces, y la posibilidad de que se produzcan mortandades masivas debido a fallos del sistema. Estas preocupaciones se pusieron de manifiesto en un incidente ocurrido en 2021 en una piscifactoría RAS de Florida, donde 500.000 salmones murieron a causa de un fallo en el sistema de filtración.
Salmones de agua dulce
Además, Welfarm señala los desafíos de mantener la calidad del agua en las instalaciones RAS, que pueden afectar a la salud y el bienestar de los peces. El grupo argumenta que las dificultades técnicas asociadas a la gestión de estos sistemas pueden conducir a un mayor riesgo de enfermedades y otras complicaciones de salud para los salmones.
Por otra parte, la industria de la acuicultura también debe hacer frente a los problemas de salud de los peces
Más allá de las preocupaciones inmediatas sobre el bienestar, Welfarm y la ONG de protección de los océanos Seastemik también plantean cuestiones medioambientales y éticas más amplias relacionadas con la alimentación del salmón de piscifactoría. Como peces carnívoros, los salmones requieren cantidades significativas de harina y aceite de pescado (FMFO), que proceden de peces capturados en estado salvaje. Esta dependencia de la pesca de reducción ha sido criticada por su impacto en los ecosistemas marinos y su contribución a la sobrepesca.
En respuesta a estas preocupaciones, Welfarm y Seastemik piden una moratoria para el desarrollo de nuevas granjas RAS de peces, crustáceos y cefalópodos destinados al consumo humano. Argumentan que tal prohibición promovería mejores normas de bienestar animal y ayudaría a alinear la acuicultura francesa con el desarrollo sostenible y los objetivos climáticos.
Para apoyar su campaña, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de moratoria
Para apoyar su campaña, las organizaciones han publicado un informe detallado y han lanzado una petición, que ha recogido más de 58.000 firmas hasta la fecha. Siguen abogando por una acción legislativa que impida el establecimiento de estas granjas RAS en Francia.