Un consorcio de académicos del Reino Unido y socios de acuicultura está explorando las mejores condiciones posibles para administrar vacunas al pez ballena contra Aeromonas salmonicida, una bacteria que puede causar brotes potencialmente mortales de la enfermedad e impactar en su capacidad para tratar los piojos de mar.
Dirigido por el Institute of Aquaculture de Stirling y Otter Ferry Seafish, con el apoyo de Mowi y Ceva Ridgeway Biologicals, el equipo ha recibido casi 40.000 libras del Sustainable Aquaculture Innovation Centre (SAIC) para llevar su investigación a la siguiente fase.
Los resultados de la fase inicial indicaron que, si bien la vacuna -diseñada para su administración en la fase de incubación- provoca la respuesta inmunitaria esperada frente a la bacteria, los anticuerpos producidos variaban en función de las cepas de la vacuna.
Los resultados también sugieren que la vacuna estimula una respuesta inmunitaria adaptativa, lo que permite a los peces limpiadores reconocer las características de la bacteria y reaccionar rápidamente si vuelven a encontrarla, previniendo futuras infecciones.
La siguiente fase del proyecto tiene como objetivo garantizar que la formulación de la vacuna proporcione protección contra las principales cepas circulantes, que pueden cambiar con el tiempo, al igual que la gripe humana estacional. También examinará la función de los anticuerpos en un entorno de laboratorio para ver cómo mejoran la fuerza de la protección contra la enfermedad.
El equipo de investigación determinó previamente el momento y el método óptimos para administrar la vacuna, que implica la inmersión seguida de una inyección de refuerzo antes de que los peces ballena sean enviados a las piscifactorías de salmón.
El Dr. Andrew Desbois, del Instituto de Acuicultura, declaró en un comunicado de prensa: "Los resultados de la primera fase de este proyecto nos han acercado un paso más a la protección del pez ballena contra Aeromonas salmonicida. La siguiente fase del proyecto consiste en explorar la funcionalidad de los anticuerpos producidos. Entonces podremos aplicar estos hallazgos y colaborar con los fabricantes de vacunas para ayudar a perfeccionar la formulación y proporcionar una mejor protección."
Heather Jones, consejera delegada de SAIC, añadió: "La salud y el bienestar de los peces es una prioridad constante para el sector, por lo que nos complace ampliar nuestro compromiso con este proyecto de colaboración y contribuir al progreso de esta valiosa investigación. La formulación de una vacuna que mejore la protección sanitaria del pez napoleón contribuirá en última instancia al uso de este tratamiento sostenible contra los piojos de mar, que podría impulsar el crecimiento económico del sector de la acuicultura en general"