Investigadores escoceses estudian la posibilidad de convertir los lodos de depuradora en un material rico en minerales que podría utilizarse para tratar las aguas afectadas por la eutrofización y la floración de algas, un fenómeno que afecta cada vez más a lagos y ríos y que está relacionado con el cambio climático y el uso de fertilizantes industriales. La proliferación de algas puede tener efectos devastadores en las explotaciones acuícolas
En un proyecto financiado por el Centro de Innovación en Biotecnología Industrial (IBioIC) y Scottish Water, un consorcio de socios está evaluando la viabilidad de un filtro de agua derivado del biocarbón, una sustancia similar al carbón vegetal que se crea cuando los materiales, en este caso los lodos de depuradora, se queman a altas temperaturas y se les priva de oxígeno. La materia prima utilizada para crear el biocarbón es suministrada por Scottish Water, mientras que su filial comercial, Scottish Water Horizons, está probando el biocarbón en su Centro de Desarrollo de Aguas Residuales de Bo'ness.
"Esta colaboración demuestra la viabilidad de un filtro de agua derivado del biocarbón
"Esta colaboración demuestra cómo un tipo de residuo puede utilizarse en beneficio del entorno natural, tratando problemas como la proliferación de algas, que están planteando retos importantes a medida que continúa el cambio climático y aumenta la temperatura del agua", afirmó la Dra. Liz Fletcher, directora de compromiso empresarial del IBioIC, en un comunicado de prensa.
"Aunque la creación de biocarbón aún está en pañales, vemos un enorme potencial para un mercado en crecimiento que podría ayudar a varias industrias a reducir los residuos y adoptar procesos más circulares", añadió.
En Escocia se eliminan unas 130.000 toneladas al año de residuos humanos procedentes del alcantarillado, con un coste estimado de unos 6 millones de libras; la mayoría se reciclan en tierra o se incineran. Sin embargo, los posibles cambios en la normativa obligan a estudiar métodos alternativos de tratamiento y procesamiento. El uso potencial del material para tratar el agua podría proporcionar beneficios polifacéticos.
Tras realizar pruebas con diversos sistemas de filtración, el equipo de investigación descubrió que el filtro a base de biocarbón era capaz de eliminar de las aguas residuales grandes cantidades de fósforo, un nutriente que contribuye a la proliferación de algas cuando está presente en cantidades excesivas. Si se utiliza a escala como parte de sistemas de filtración más grandes, este tipo de biocarbón podría desempeñar un papel importante en el tratamiento del agua en el punto de vertido para evitar la formación de floraciones de algas.
El fósforo recogido por los filtros podría reciclarse como materia prima.
"Aunque el fósforo supone un reto para el medio ambiente y sectores como la acuicultura por su impacto en la proliferación de algas, también es un elemento que todos utilizamos en productos cotidianos. Las reservas naturales se están agotando, por lo que este bioproceso circular podría dar lugar a nuevas oportunidades para recuperar el nutriente de las aguas residuales y crear nuevas cadenas de suministro aquí en Escocia", afirma el Dr. Szabolcs Pap, investigador principal del proyecto.