Aunque se necesitan más investigaciones para corroborar lo observado en las pruebas de campo, el proyecto SEAWINES -liderado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA)- se muestra optimista sobre el futuro del extracto de algas de Rugulopteryx okamurae para reducir o sustituir los tratamientos químicos más habituales en viticultura (el cultivo y la vendimia de la uva).
La Comisión Europea se ha marcado como objetivo la reducción de la producción de algas marinas
La Comisión Europea se ha fijado el objetivo de reducir en un 50% los pesticidas utilizados en la agricultura para 2030. Se sabe, además, que estos productos son especialmente abundantes en viticultura dada la frecuencia de infecciones por organismos tan diversos como el mildiu y el oídio, ambos causados por hongos. Con el objetivo de "buscar una alternativa estratégica y ecológica para combatir estos dos hongos, hace un año pusimos en marcha el proyecto SEAWINES", explica Iratxe Zarraonaindia, investigadora asociada de la UPV/EHU, en una nota de prensa.
En el proyecto SEAWINES, la UPV/EHU está trabajando en la búsqueda de una alternativa estratégica y ecológica para combatir estos dos hongos
En el proyecto SEAWINES se están explorando los efectos bioestimulantes y fungicidas de dos algas: Ulva ohnoiy el alga invasora Rugulopteryx okamurae, originaria de Asia y extendida por la costa mediterránea. Según Zarraonaindia, hasta la fecha no se ha analizado el efecto protector de esta última, pero hay numerosos estudios en marcha para examinar sus usos o aplicaciones.
"Nuestra apuesta ha sido comprobar la capacidad de algunos extractos de estas algas para activar los mecanismos de defensa de las plantas como alternativa a los pesticidas, de forma que la planta sea más fuerte ante el ataque de un hongo patógeno", ha especificado Zarraonaindia.
En primer lugar, el estudio se llevó a cabo en invernaderos bajo condiciones controladas. Los investigadores trataron vides de la variedad Tempranillo en los invernaderos de Neiker, en el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, impregnando sus hojas con diversos extractos de algas de Ulva ohnoi y Rugulopteryx okamurae.
Tras los tratamientos, se tomaron muestras de las hojas y se realizaron análisis para analizar el efecto de cada tratamiento. "Los resultados más positivos se obtuvieron con uno de los extractos producidos a partir del alga invasora Rugulopteryx okamurae", explicó Zarraonaindia. "Tras el tratamiento con este extracto, vimos cómo se producía un aumento en la expresión de genes resistentes y en la actividad de enzimas antioxidantes en la planta, entre otras cosas. En la microbiota de la superficie foliar, también vimos que algunos hongos que ayudan a la planta en el control biológico son más abundantes en las plantas que recibieron el extracto de Rugulopteryx."
Zarraonaindia no se mostró sorprendido por los resultados: "En definitiva, al tratarse de una especie invasora, es de esperar que tenga capacidades o cualidades que le ayuden a prosperar y también a desplazar a otras especies de forma tan eficaz."
Confirmación de los resultados en condiciones reales
SEAWINES es un proyecto de tres años de duración y para obtener una medición lo más completa posible del potencial de las algas invasoras, ya se ha comenzado a trabajar en experimentos de campo para confirmar los resultados obtenidos en condiciones de invernadero.
"Probaremos los extractos de algas en viñedos de Jerez y La Rioja en condiciones locales", añadió Zarraonaindia. "También haremos un seguimiento del impacto a través de las etapas de elaboración del vino, es decir, para ver el efecto que estos tratamientos tienen sobre la calidad de la uva y del vino, así como sobre el efecto bioestimulante y antifúngico que producen."
Concluyó: "Estamos deseando ver la utilidad que pueden tener las algas Rugulopteryx. Sería genial poder retirarla del medio ambiente y utilizarla para reforzar la viticultura; sería un buen ejemplo de economía circular."
El trabajo de investigación original puede leerse íntegramente en el sitio web de Frontiers.