Un estudio único iniciado por The Nature Conservancy en puntos opuestos del planeta aporta nuevos conocimientos sobre los beneficios para el hábitat de los criaderos de algas y marisco en ecosistemas templados: Nueva Zelanda y el Golfo de Maine.
Un estudio reciente sugiere que educar a los consumidores sobre los servicios ecosistémicos que prestan las algas cultivadas hará que estén dispuestos a pagar más por los productos a base de algas.